La lengua puede traer vida
o muerte;
los que hablan mucho
cosecharán las consecuencias.
Proverbios 18:21
La
lengua es un órgano de los sentidos y nos permite percibir los
sabores, tiene varias funciones como:
-
Articular las palabras.
- Distinguir sabores.
- Ayudar en la masticación.
-
Disfrutar de la comida.
- Prevenir peligros para la salud.
- Humedecer los labios secos.
Pero santiago nos hace una
advertencia en referencia a este músculo, fíjense como de una forma ilustrada
nos da unas serias recomendaciones:
Hay que domar la lengua
Todos fallamos
mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona *perfecta, capaz
también de controlar todo su cuerpo.
Cuando ponemos
freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo
el animal. Fíjense también
en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes
vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto. Así también la
lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes
hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua
es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo
el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez
fuego a todo el curso de la vida.
El *ser humano
sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y
de bestias marinas; pero nadie puede
domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.
Con la lengua
bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas,
creadas a imagen de Dios. De una misma
boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso
brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos,
¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente
de agua salada puede dar agua dulce.
Santiago 3:1-12
(NTV)
Las palabras de Santiago son muy claras,
llama mucho la atención la referencia que usa para hablar de
este órgano. Los frenos en el caballo son la herramienta que usa el
jinete para trasmitir las ordenes al equino y el timón controla el rumbo de la
nave que es dirigida por el "piloto" , ambas nos muestran la IMPORTANCIA que tiene
el uso que le demos a este órgano, entendemos que no
es físicamente si no en referencia a "lo que
decimos".
El control, es el primer detalle que
resalta. Siempre he dicho "No es lo que digas, si no como lo digas"
debemos entender que cuidar lo que sale por nuestros
labios también podría bendecirnos de una manera sorprendente.
Cuida cada palabra que salga de tu boca.
Como
dice santiago " También la lengua es un fuego, un mundo de
maldad", entendemos que
lo que decimos puede ayudar o empeorar una situación.
Proverbios también habla sobre la lengua
El
que mucho habla, mucho yerra;
el que es sabio refrena su lengua.
el que es sabio refrena su lengua.
Proverbios 10:19
(NVI)
Para domar nuestras
lenguas sin duda alguna necesitamos la ayuda de Dios, Pablo nos da un consejo
en Romanos:
No
ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia;
al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a
la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia. Romanos 6:13
(NVI)
A partir del día de hoy cuida tus palabras, úsalas
como un instrumento de bendición, y si por algún momento lastimas a alguien por
lo que dices, se humilde y reconoce que fallaste, a Dios también le agrada una
persona que sea capaz de reconocer sus errores. No somos perfectos, pero
sigamos el consejo de Pablo y entreguemos nuestro cuerpo, y nuestra lengua a
Dios como “instrumento de justicia y bendición”.
Para refrenar tu
lengua, dale a Dios las riendas de tu corazón (NPD)
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